Gao Xingjian
«Las grandes corrientes del arte del siglo XX en Occidente han sustituido las sensaciones por los conceptos. Es un camino equivocado. Los impresionistas o los cubistas, Cézanne o Picasso, no hacían antiarte, no suponían una negación sino una innovación. No rompen con la imagen aunque crean una imagen nueva, distinta. Pueden liquidar la perspectiva pero se sienten herederos de una tradición, son continuadores de una cultura»
«La novela es un cuestionamiento constante de la condición humana y de la historia contada por el poder. La historia siempre la cuenta el poder. En La Montaña del Alma hay una búsqueda de una cultura no contaminada por el poder, pero, ¿cuál es esa cultura?, ¿qué quiere decir la palabra «cultura»? En mi novela se da gran importancia a la tradición oral, a la narración. Lo más importante no es la ficción sino la narración, de la misma manera que evito la descripción y busco la evocación. En pintura, los detalles conservan todo su sentido; en literatura, acaban por ocultarte lo que quieres mostrar. El exceso de palabras te lleva a no ver nada.»
» Como artista pienso que lo más precioso que tiene el hombre es la libertad de espíritu. Como individuo soy tan frágil como cualquier otro, las obligaciones y limitaciones pueden hacerme tanto daño como a los demás y por eso pienso que la solución es la huida, el no dejarse atrapar. Lo que decía antes de la plástica del siglo XX puede hacerse extensivo a la literatura. Un creador sólo ha de ser fiel a las estructuras que crea y a las reglas que se impone. Es su manera de escapar a esa creación concebida como reflejo de la evolución social y política, que no es sino una creación sin interés artístico, sin valor estético. El arte tiene sus propias reglas y éstas funcionan autónomamente.»
(De la entrevista publicada en el Suplemento BABELIA del diario El Pais el sábado 24/3/2001)El hombre no grita más que cuando no comprende, el que ha gritado no ha comprendido nada. El hombre es un ser difícil que se crea sus propios tormentos.
Este «yo» en medio de «tú» no es más que un reflejo en el espejo, la imagen invertida de las flores en el agua; si no eres capaz de entrar en el espejo, no llegarás a repescar nada y no harás más que apiadarte de ti mismo en vano.
No tienes ganas más que de exponer los hechos valiéndote de un lenguaje que trasciende las relaciones de causa y efecto y la lógica. Se han contado ya tantas tonterías que nada te impide seguir contando más.
Fragmentos seleccionados de La Montaña del Alma, de Gao Xingjian. Traducción de Liao Yanping y José Ramón Monreal. Ediciones del Bronce. Barcelona, 2001. Gao Xingjiang Nace en China, en la actualidad reside en Francia y es ciudadano francés. En el año 2000 obtuvo el Premio Nobel de Literatura. La «Campaña contra la Contaminación Intelectual» emprendida por el Gobierno chino a mediados de los años 80, le causó problemas con la censura, y el estreno de su tercera obra, El Hombre Salvaje se pospuso hasta 1985. A partir de 1986 se prohibió la representación de sus obras nuevas. En 1987 viaja a París y se queda viviendo allí. En Francia acaba su obra maestra, la novela La Montaña del Alma (1990)
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Ummm, me ha recordado la antigua técnica de la aguada, cómo me gustaba! Gracias por compartirlo. Salu2
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